El Ensemble Allettamento es un proyecto del violinista Mario Braña y la violonchelista Elsa Pidre, proyecto que nace como resultado de la unión de una dilatada trayectoria musical conjunta y del interés de ambos por la música antigua. Formados con Amandine Beyer, Benjamin Chénier y Marco Ceccato en la ESMAE de Porto y con Enrico Onofri en Palermo, en julio de 2016 resultan finalistas y son galardonados con el Premio Especial del Público dentro del V Concurso Internacional de Música Antigua de Gijón, donde el jurado destacó “su fuerza expresiva y su calidad para comunicar en la forma de interpretar” (La Nueva España, 16/07/2016). En este momento deciden abordar el estudio de los orígenes del repertorio para violín y violonchelo de los siglos XVII y XVIII con instrumentos originales y desde una perspectiva históricamente informada. En julio de 2017 consiguen el Gran Premio del Jurado en el VI Concurso Internacional de Música Antigua de Gijón, donde la crítica especializada resaltó que “además de una gran preparación técnica, su actuación evidenció una perfecta compenetración y la capacidad de transmitir emociones con un repertorio italiano del barroco tardío seleccionado para la ocasión […] y la compenetración fue tal que el dúo parecía un solo instrumento multiplicando voces” (La Nueva España, 14 de julio de 2017).

Tomando este trabajo como punto de partida, desarrollan otros proyectos que abarcan fundamentalmente los siglos XVII y XVIII, adaptando la formación en función del repertorio y con los que pretenden, entre otros objetivos, recuperar el patrimonio musical menos conocido de la península ibérica.

El Ensemble toma su nombre de los Allettamenti da Camera de Tessarini, una de las primeras obras específicamente indicadas para violín y violonchelo. La conexión con el público es uno de los principios del Ensemble y, en esa línea, buscan el “allettamento”, lo sugerente, lo atractivo, agradar, seducir y mover los afectos del espectador en sus interpretaciones.

 “Si algo puede definir el proyecto de este dúo es el rigor y el virtuosismo. Rigor en la forma de aproximarse al repertorio y de plantear la interpretación de las obras buscando ser fieles al espíritu con el que fueron concebidas. […] Y virtuosismo por su capacidad de dar vida a cada pasaje, cada movimiento de sonata o cada danza de suite. […] Fue un concierto que confirmó lo que ya sabíamos: su calidad y su gran proyección dentro de la música barroca”

 Eduardo Viñuela La Nueva España, 26 de enero de 2018